lunes, 28 de abril de 2008

Honor al colega Fidel Echeverría

Guatemala, 28 Abr (Cerigua).- Algunos de los periodistas que se formaron en el diario Prensa Libre, en las primeras décadas de su existencia, han cosechado distinciones y accedido a cargos importantes, a lo largo de sus vidas; como producto de su trabajo constante y destacado, no solamente en el campo del periodismo propiamente dicho, sino también en otras esferas relacionadas con él.

De acuerdo con la columna “Tiempo y Destino”, de Luis Morales Chúa, publicada en el periódico “Prensa Libre”, lo importante es que varios de ellos, cuyas edades rebasan tres cuartos de siglo, obtienen reconocimientos nacionales e internacionales por su relación con el deporte.

El más reciente es el de Fidel Echeverría Méndez, quien la semana pasada recibió la Orden del Comité Olímpico de Guatemala, en grado plata, por su entrega al fortalecimiento de la filosofía y principios del movimiento olímpico y hace pocas semanas, Carlos Larrañaga Gomar, otro periodista formado en las trincheras de este diario, fue elevado al salón de la Federación Internacional de Softbol.

Fidel Echeverría forjó su carrera de cronista deportivo y fotógrafo en Prensa Libre; trabajó aquí durante 19 años, se fue en busca de nuevos horizontes el 31 de agosto de 1971 y en todas las partes hizo una labor responsable y exitosa; tiene 71 años de edad, dijo el columnista.

No cabe en este espacio toda la historia profesional de Fidel, pero basta recordar que trabajó en 11 medios de comunicación social, mientras estuvo en este periódico, ganó los concursos de reportajes y fotografía organizados por la Asociación de Cronistas Deportivos en 1960, 1961, 1962 y 1963; fue presidente de la Asociación Capitalina de Atletismo en 1953, entre muchas otras.

En 1972 fue jefe de misión de la delegación de Guatemala en los XX Juegos Olímpicos en Múnich, Alemania, competencias enlutadas por el asesinato de 11 atletas israelíes tomados como rehenes por un comando del grupo palestino Septiembre Negro, cinco de cuyos integrantes también perecieron, al igual que un oficial de la policía alemana, durante el tiroteo.

La oficina de Fidel Echeverría estaba a corta distancia de donde ocurrió la matanza, cuyos efectos se extenderán por años a varios países, hasta terminar con todos, menos uno, los que planearon el asalto, concluyó.

Fin Cerigua

Mc-Ld

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