Guatemala, 31 Mar (Cerigua).- Ejercer el periodismo en Guatemala se ha convertido en un reto para los comunicadores, quienes no sólo son limitados para la cobertura de eventos por parte del gobierno, sino también por particulares que no desean revelar su proceder, lo que conlleva una serie de riesgos, como los ocurridos recientemente en varias regiones del país.
De acuerdo con la informaciones de Prensa Libre y Siglo Veintiuno, el pasado 29 de marzo, reporteros de ambos medios no tuvieron acceso a la cobertura de una reunión-almuerzo que Mario Estrada, ex presidenciable de
Uno de los guardaespaldas de Estrada, argumentó que el ex candidato Estrada había entregado una lista y ordenado no dejar entrar a comunicadores de estos dos medios; en el encuentro se tratarían solicitudes de los alcaldes a Colom, sobre las mejoras en los tramos carreteros.
Por otro lado, en la finca El Maguey, ubicada en Santa Catarina Pinula, reporteros de Siglo Veintiuno recibieron amenazas para que no publicaran información sobre un caso de tenencia de tierra en la localidad.
Una persona que dijo llamarse Guillermo Gómez, negó información a los periodistas sobre la situación de los inmuebles y manifestó que el podía hacer lo que quisiera con su propiedad.
Cuando los reporteros disponían retornar por el camino que conduce a El Maguey, otro individuo se puso frente al carro, luego apareció Gómez, quien pidió a los comunicadores que borraran las fotografías que habían tomado en el lugar, en las cuales aparecía él.
“Primera y última vez que los queremos ver por aquí, la próxima no los dejamos salir; ustedes no saben quien soy yo, no quiero ver ninguna publicación, vamos a darle seguimiento a “Siglo Veintiuno”, dijo Gómez en tono amenazante.
Estos actos demuestran que en el país van en aumento las restricciones, obstáculos y peligros para ejercer el periodismo, pero también se viola el derecho de informar y ser informado y la libertad de prensa.
La semana pasada, comunicadores de los telenoticieros Notisiete y Telecentro 13 fueron agredidos por pobladores de San Andrés Ocaña, en San Juan Sacatepéquez, mientras que otro grupo de reporteros enfrentó un serio peligro al ser retenido por narcotraficantes que huían de los hechos sangrientos ocurridos en Zacapa.
Fin Cerigua
Mc-Ia
No hay comentarios:
Publicar un comentario