Guatemala, 1 Abr (Cerigua).- Un nuevo paro de autobuses urbanos se produjo este martes en la capital guatemalteca, tras el asesinato de otro piloto de los colectivos, que son asechados por grupos ilegales que exigen la cancelación de un “impuesto” con tal de dejarlos operar.
Condena, repudio y críticas volvieron a escucharse el pasado lunes por la tarde luego del crimen; los choferes y ayudantes exigieron a las autoridades que “se dejen de palabrerías y que accionen contra la delincuencia”, al referirse a los planes de seguridad del gobierno.
La muerte violenta del piloto de la ruta 63, de la empresa Unión, motivó a sus compañeros a paralizar el servicio este día y como es común en estos casos, miles de usuarios se vieron afectados por la medida, tomada como presión para que las fuerzas de seguridad pongan un alto al problema y resguarden la integridad física de los conductores y los pasajeros.
La violencia sigue imparable en Guatemala, principalmente en las áreas metropolitanas, donde diariamente se reportan estos tipos de hechos, que cobran la vida a inocentes, como el caso de una niña de 2 meses de edad, que fue muerta anoche por una bala durante un tiroteo.
La delincuencia opera con total impunidad, a pesar de la estricta vigilancia que, según los funcionarios del Ministerio de Gobernación,
En el Centro Cívico, donde funciona el Organismo Judicial y
Fin Cerigua
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