Guatemala, 17 Abr (Cerigua).- La Comisión Pastoral de la Tierra Nacional, de la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG), hizo un llamado al gobierno, a los sectores económicos y al Movimiento Campesino, Indígena y Social, para que retomen los esfuerzos que por años han abordado para dar una solución integral a los problemas agrarios, esto, en vísperas de un nuevo proceso de diálogo entre esos actores sociales.
En un comunicado de prensa, la Comisión pidió no sólo la elaboración de políticas integrales al campo en consenso con los actores del área rural, sino también respetar las consultas de buena fe, relativas al uso de los territorios indígenas y campesinos, puestas en peligro por proyectos mineros, hidroeléctricos, petroleros y otros intereses ajenos al desarrollo comunitario.
La entidad también rechazó el uso de la violencia que ha puesto en riesgo la vida de campesinos, turistas, autoridades, periodistas, y cobrado la vida de un campesino en Izabal; reconoció la obligación del estado de garantizar la justicia y el desarrollo de las personas, quienes al ver incumplidos sus derechos recurren a actos desesperados.
La organización valoró los esfuerzos por buscar políticas de convivencia entre asentamientos humanos y áreas protegidas en Petén; sin embargo, demandó al gobierno detener el crecimiento de agronegocios, que sólo en ese departamento ha ocasionado la desaparición de 27 comunidades.
La Comisión Pastoral pidió a la población guatemalteca a no dejarse influir por la información surgida en los medios de comunicación quienes condenan a los pobladores que han tomado áreas protegidas y califican de terroristas a quienes claman por tierra.
Si bien es cierto que hay grupos de personas impulsados por intereses económicos e ilegales que ocupan dichos territorios, algunas comunidades han estado ahí, antes de que se declararan áreas reservadas, argumentó la comisión en el comunicado.
Fin Cerigua
Rp-Ld
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