Guatemala, 19 Abr (Cerigua).- Mientras el mundo adulto cuente la historia de manera superficial o falsa y no haya políticas educativas que tomen en serio a la juventud o programas afirmativos que valores su diversidad, todo estará perdido, indicó Carolina Escobar Sarti.
Escobar, en su columna Aleph, publicada en Prensa Libre, expresó que diversas proyecciones señalan que el futuro será de la juventud, sin embargo, la realidad actual es diferente, ya que dicho grupo poblacional pasa por un momento de transición importante y difícil, en contextos de inseguridad verdaderamente amenazadores.
Joven es sinónimo de marero, delincuente, persona inacabada o sujeto alienado, pero aunque haya algo de eso en la juventud, es una generalización que trivializa una problemática mucho más amplia; la globalización ha entrado a cuestionar las prácticas culturales y las tradiciones, lo que no es malo ni bueno, es un hecho histórico incuestionable, aseguró la periodista.
Dicha situación ha afectado principalmente a las familias indígenas, las que han visto transformadas sus prácticas idiomáticas, que en algunos casos han causado el rompimiento de la comunicación intergeneracional; ahora las y los abuelos ya no entienden a los nietos, ni su ser, ni sus contextos, enfatizó la profesional.
El modelo neoliberal ha abierto más la brecha entre ricos y pobres, que sumado a las relaciones de poder que se practican en Guatemala, ha provocado que cada día más jóvenes busquen el exilio para mejorar su situación y encontrar el desarrollo económico, social y personal, señaló la comunicadora.
La escritora calificó de tragedia dicha tendencia, ya que es un mito que en “el norte” encuentren el desarrollo; Guatemala pierde con ello posibilidades de avance porque las comunidades se quedan vacías de ideas, de manos, de fuerza, de impulso y de creatividad y retrata cómo en una sociedad injusta pocos jóvenes viven como seres humanos.
Es la juventud la que precisamente hoy contribuye significativamente en el mercado laboral e informal, pero casi nunca reciben salarios acordes al trabajo que realizan; constituyen un capital electoral importante, sin que ello redunde en el marco de derechos y deberes acorde a sus demandas, añadió la articulista.
La juventud deberá desempeñar roles protagónicos dentro de nuestra sociedad, es esperanzador que se atrevan a hablar, a decir y a participar con respeto, aunque no posean toda la verdad, tienen mucho que aprender de las personas mayores, pero no los queremos callados, ausentes y sin conciencia de la realidad, concluyó Escobar.
Fin Cerigua
Mv-Ld
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