Guatemala, 8 Abr (Cerigua).- La humanidad todavía tiene la oportunidad de privilegiar la vida y de cuidar la tierra, la única y colectiva morada, indicó Ileana Alamilla en su columna Eclipse, publicada en Prensa Libre, en relación al cambio climático y a la destrucción del planeta que experimentan las presentes generaciones.
Alamilla citó la reciente exposición del filósofo brasileño Leonardo Boff, quien visitó el país para compartir su visión sobre los temas de pobreza, consumismo, explotación de los recursos naturales, acumulación de riqueza, destrucción del planeta, ética y las terribles consecuencias que conllevará para las futuras generaciones.
Sus palabras llegan justo en el momento en que grupos étnicos rechazan la minería, que campesinos actúan desesperados por alcanzar un pedazo de tierra para su sobrevivencia y la de sus familias y en medio de un conflicto de intereses por subsistir y garantizar la autonomía de las áreas protegidas en el país, aseguró la periodista.
Guatemala es la nación de América Latina que atraviesa por la mayor cantidad de problemas, entre los que sobresalen las acciones de las mafias, el crimen organizado y la narcoactividad, la inseguridad, las injusticias de toda clase y problemas de índole climático como sequías, por mencionar algunos, añadió la columnista.
Los límites han sido traspasados, se debe desacelerar el ritmo de desgaste, que ya es irreversible, si no queremos heredar con premura la destrucción de la tierra, señaló la columnista.
Boff apeló a los sentimientos de la humanidad para crear nuevos paradigmas que sustituyan a los viejos que produjeron sociedades productivistas, consumistas y excluyentes y recordó que tres personas en el mundo poseen más riqueza que 45 países juntos, habitados por 600 millones de personas; 327 empresarios son dueños del 45 por ciento del planeta, enfatizó Alamilla.
El reconocido intelectual clamó por los empobrecidos y condenados a la miseria, al vía crucis y al sufrimiento, por aquellos dos mil millones que en el mundo sobreviven con un dólar al día, así como por la tierra, para que el cambio de actitudes eviten su constante agresión y devastación, indicó la directora de Cerigua.
Es necesario atender ese tipo de llamados para valorar los recursos que no tienen precio, para arrebatar espacio al capital industrial y dar paso al ser humano; todavía se tiene la oportunidad de privilegiar la vida y de cuidar la tierra, la única y colectiva morada, concluyó Alamilla.
Fin Cerigua
Mv-Ld
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