Guatemala, 12 May (Cerigua).- El asesinato del periodista Jorge Mérida Pérez, en la ciudad de Coatepeque, Quetzaltenango, no es un hecho fortuito ni aislado, debe ser necesariamente parte de un plan para silenciar a los periodistas y empezar con quienes ejercen en la provincia, señaló Mario Antonio Sandoval, en una columna de opinión.
El vicepresidente de Prensa Libre dedicó su columna de este lunes a la muerte del corresponsal en Coatepeque, hecho ocurrido la tarde del pasado sábado, cuando un individuo ingresó a su vivienda y le acertó cuatro disparos en la cara, mientras se encontraba elaborando una nota informativa frente a su computadora.
A decir de Sandoval, Guatemala es un país, al igual que México y Colombia y otros del continente latinoamericano, donde el avance de la criminalidad organizada intenta afianzar su poder con acciones criminales cuyo fin es establecer o fortalecer el reinado del terror.
La actividad periodística es una de las pocas causantes de problemas y de temores al crimen organizado y a los funcionarios corruptos o a los poderes económicos fácticos; por eso es peligrosa para quienes la realizan y por eso mismo son muchos los hombres y las mujeres periodistas, a quienes pagar con su vida fue el precio de informar con independencia y profesionalismo, subrayó Sandoval.
El asesinato de periodistas es una característica de países subdesarrollados o sujetos a condiciones del reinado de la ilegalidad, lo que significa instituciones estatales débiles, así como altos índices de corrupción, acompañados de impunidad provocada por la ineficacia e ineficiencia del sistema legal, concluyó.
Fin Cerigua
Ld-Ld
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