Guatemala, 16 May (Cerigua).- Dos casos de linchamiento se registraron esta semana en distintos departamentos del país en los que la población, cansada de los delincuentes y de la inoperancia de la ley, decidió aplicar justicia con sus propias manos.
El primero de ellos ocurrió en la aldea Bola de Oro, en Chimaltenango, en el que un grupo de vecinos acusaron a César Adolfo Chiroy Silva, de 32 años, de haber sustraído 100 mil quetzales de una vivienda; Chiroy murió por la gravedad de golpes recibidos.
El pasado jueves, pobladores de Sololá lincharon a Héctor Antonio Cáceres Cabrera, alias el Tosh, y a su compañero Jesús Gonzáles Meletz; el primero murió en el hospital nacional de ese departamento debido a las quemaduras que sufrió, el segundo fue rescatado por una autopatrulla de
Pablo Ceto, coordinador de Fundamaya, dijo que los linchamientos son la expresión de la ineficiencia y el fracaso del sistema gubernamental de justicia, pues al no aplicar la ley, la población no cree más en los juzgados.
Según Ceto, el hecho de que los tribunales no enjuicien a cierto sector de la sociedad como los causantes de la quiebra de bancos, narcotraficantes y responsables de crímenes de guerra, evidencia su inoperancia; los linchamientos son un llamado para los operadores de justicia para que apliquen la ley.
El entrevistado comparó el sistema de justicia estatal con el llamado derecho Maya; en las comunidades indígenas sí existe un normativo de justicia que está vigente, en el que los pobladores capturan a los delincuentes y las autoridades indígenas tradicionales aplican un proceso de consejo, aclaración, de concienciación y valoración del individuo.
Sin embargo, la aplicación de la ley en el sistema gubernamental consiste en la aplicación de una multa y no existe un trabajo psicológico para integrar a la sociedad al que cometió la falta.
Para el dirigente, el sistema de administración de justicia en Guatemala debe estar constituido pluralmente, en donde se combine el sistema oficial y lo que ha sido la administración política, de cohesión social y armonía de los pueblos indígenas.
El hecho de que en algunas poblaciones con mayoría indígena no se aplique el derecho Maya, significa que la descomposición social ha rebasado la capacidad de las autoridades originarias, para solucionar tales problemas, por lo que se debe fortalecer dicha administración de justicia para no perder esa herencia, concluyó Ceto.
Fin Cerigua
Rp-Ld
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