Guatemala, 4 Abr (Cerigua).- La libertad en la expresión de un artículo concede al autor una responsabilidad ante sus lectores, con un compromiso ético; la credibilidad del articulista hace que se acepten con facilidad los planteamientos.
De acuerdo con el espacio “Faro2, de Rodrigo Castillo, publicado en el periódico Prensa Libre, el columnista debe ser sincero, honrado, valiente y responsable, pues sin esto no es posible lograr la credibilidad.
El periodismo está basado en el deber de informar como consecuencia del derecho a estar informado; es necesario ejercerlo con honestidad; el articulista hace una solicitud de opinión hacia sus planteamientos; la labor de convencimiento con vistas a la formación de opinión en público se efectúa por medio de la fuerza del pensamiento y de los hechos, señaló.
Sin embargo, un artículo persigue el convencimiento, pues no se trata de argumentar con base científica, su objetivo es la persuasión, para acercar a un público hacia una determinada forma de pensar, sin más pruebas que la de juzgar sobre la apariencia.
La persuasión periodística se encamina hacia un concepto de opinión con argumentación razonable, pero sin datos científicos que demuestren ser veraces, el objetivo final es cambiar u orientar la opinión pública, considerada no como una suma de opiniones sostenidas por un público en un determinado momento, dijo.
La persuasión es el arte de inducir o mover a una persona, mediante la exposición de razones, a creer o a hacer alguna cosa, esto significa que se realiza sin coacción, porque hay otras posibles interpretaciones.
Persuadir es algo más que convencer, pues la convicción es sólo un primer paso hacia la verdadera persuasión, aunque el razonamiento debe estar fundamentado; cuando no ocurre así, se abusa del estilo editorialista, con un lenguaje totalitario que se caracteriza por introducir directamente una valoración política de lo sucedido, incluso dentro del texto de una noticia.
La ética condiciona el estilo periodístico, pues cuando se domina el lenguaje y se conocen los efectos de algunas estructuras periodísticas, es necesario el contrapeso de la ética; sin este elemento básico, el periodismo no tiene valor, concluyó Castillo.
Fin Cerigua
Mc-Ld
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