Guatemala, 4 Abr (Cerigua).- Llegado el siglo XX y luego de muchos esfuerzos por participar activamente en los ámbitos públicos, las colombianas consiguieron un lugar en los medios de comunicación, sin embargo en la actualidad, y aunado a los males que padece esta profesión, ellas son más vulnerables, por el acoso sexual y las violaciones de las que han sido objeto.
De acuerdo con la información, publicada en el sitio web de periodistastas-es, si bien es cierto que tanto hombres como mujeres, han tenido que lidiar con las presiones estatales, amenazas ilegales y las intimidaciones en el ejercicio de la profesión, las mujeres llevan las de perder en determinadas coberturas.
El estudio Female War Reporters Hide Sexual Abuse To Continue Getting Assignments, publicado en 2007 por Judith Matloff, evidencia la violación de periodistas en el ejercicio de la profesión, tal es el caso de la comunicadora colombiana, Jineth Bedoya, quien en el 2000 fue ultrajada y secuestrada por los paramilitares.
En el diario “El Tiempo”, periódico en el que actualmente trabaja Bedoya, se habían denunciado asesinatos, por parte de los miembros de este grupo armado.
Por otro lado, se ha evidenciado la subvaloración del trabajo de las profesionales en los medios colombianos; tan sólo una pequeña minoría ocupa puestos directivos y un buen porcentaje trabaja en las secciones de cultura, entretenimiento, farándula, salud, orden público y político.
Maryluz Vallejo, en el recorrido histórico que hace de las colombianas en el periodismo, indica que la discriminación en los medios prevalece, se cree que la mujer sólo puede manejar temas blandos, los medios las utilizan para cubrir ciertas fuentes que facilitan la información si el comunicador es mujer.
“Las mujeres hacen una lectura diferente de la realidad y tienden a incluir voces más marginales”, concluye Vallejo, en su reflexión sobre la presencia de la mujer en el periodismo colombiano.
Fin Cerigua
Mc-Ld
http://www.fileden.com/files/2008/2/26/1782822/c-040408.pdf
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