Guatemala, 24 Mar (Cerigua).- Una poderosa red integrada por autoridades, contrabandistas y personas particulares controlan un millonario negocio consistente en la venta ilegal de combustible, donde los niños y las niñas son utilizados para su distribución.
De acuerdo con la información de elPeriódico, el olor de la gasolina se confunde con el de los alimentos en sus casas, incluso, su ropa está impregnada y en la escuela son conocidos como “los gasolineros”; son menores de edad obligados por sus padres y traficantes, para vender combustibles en las carreteras cercanas a las fronteras de Guatemala y México.
Según
La publicación subraya que la primera forma de operar inicia desde las propias gasolineras de Petróleos Mexicanos (PEMEX), donde sin ninguna medida de seguridad despachan el combustible en envases de plástico que son transportados por los y las menores de edad a sus casas.
A decir de Manuel Manrique Castro, representante en Guatemala del Fondo de Naciones Unidas para
Manrique subrayó que hace varios años se ha hecho el esfuerzo porque los niños y niñas estén en la escuela, además de hacer conciencia de que su participación en la venta de gasolina es peligrosa y perjudicial para su salud.
El representante de Unicef lamentó que los menores sigan siendo utilizados en trabajos no aptos para ellos, ya que muchas veces, además de ser obligados a laborar de esta forma, son prostituidos y se les obliga a cometer actos ilegales.
Finalmente, elPeriódico subrayó que varios niños aseguraron a los investigadores que son obligados a trabajar y que hasta patrullas de
Fin Cerigua
Mm-Ld
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