Guatemala, 19 May (Cerigua).- En el área rural, el periodismo no es una profesión sino un oficio mal pagado; en ocasiones el reportero del pueblo también toma fotos en bodas o 15 años, lo mismo que vende publicidad desde un altoparlante atado al capó de su automóvil, cuando tiene uno, destaca un reportaje de elPeriódico.
Hace una semana asesinaron a Jorge Mérida, un corresponsal departamental que pertenecía a una clase de reporteros que padecen todas las carencias del periodismo y asumen todos los riesgos; su muerte es la evidencia más reciente de cuán vulnerables son en su labor de informar desde la provincia, subraya la información.
El sábado 10 de mayo, Mérida se convirtió en parte de las estadísticas de la violencia en el país, en un a cifra, en una de tantas historias que escribió para el matutino “Prensa Libre”, del que era corresponsal; desde la puerta de su casa, en Coatepeque, Quetzaltenango, le dispararon y le acertaron cuatro tiros mientras escribía en su computadora portátil, cuatro balas perforaron su rostro.
La historia de este informador es la repetición de lo sucedido en otros departamentos, donde otros reporteros también fueron asesinados; en septiembre de 2006, se trató de Max Bool, en Alta Verapaz, poco después de concluir su programa radial.
En diciembre de 2007, en Santa Elena Petén, fue Miguel Ángel Amaya, también presentador de un programa de radio donde denunciaban hechos ligados al narcotráfico; sólo Wilder Jordán, corresponsal de “Nuestro Diario” en Gualán, Zacapa, sobrevivió a uno de estos ataques en febrero de ese año, todos estos casos, incluido el de Mérida los lleva
El trabajo de los reporteros departamentales es el mismo de los periodistas capitalinos, el de informar; sin embargo, trabajan en condiciones menos ventajosas, sobre todo, de menos tolerancia; a la vuelta de la esquina se encuentra con sus fuentes que les reclaman y también al pandillero a quien filmaron o fotografiaron.
El municipio de Coatepeque, pertenece a Quetzaltenango, el tercer departamento más violento del país, según cifras de
En este lugar reportan los hechos nueve periodistas, tanto para medios locales como capitalinos, la mayoría se mueve en motocicletas para cubrir las noticias; se transmiten cuatro telenoticieros, a través de la señal por cable, las noticias violentas son el pan de cada día de estos comunicadores, casi nada de temas investigativos, concluyó elPeriódico.
Fin Cerigua
Mc-Ld
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