Guatemala, 14 Abr (Cerigua).- Mauro Calanchina, fotógrafo de origen suizo, nacionalizado guatemalteco, se ha convertido en las últimas tres década en un cronista fotográfico de la historia guatemalteca; a través de sus imágenes ha logrado documentar movimientos sociales que han tenido un impacto profundo en la sociedad.
De acuerdo con la información, publicada en el diario Siglo Veintiuno, Calanchina, desde inicios de los sesentas ha registrado con su lente los momentos más importantes de la historia reciente, desde las luchas estudiantiles, obreras y populares, hasta verdaderas obras de arte visual.
Este artista nació en 1951 en Suiza, su primer contacto con una cámara fotográfica ocurrió a los 14 años, cuando estudiaba y trabajaba al mismo tiempo; “Allá hay una modalidad escolar llamada Aprendizaje, uno trabaja y estudia una profesión 1 ó 2 veces por semana, en mi caso me enamoré de la fotografía”.
Llegó al país en 1972, en parte por su sed de aventura, pero también con el afán de conocer a los padres de su novia guatemalteca, al poco tiempo de estar en Guatemala, daba clases de fotografía en
Combinaba la enseñanza con el diseño de afiches y tapas de libros, entre otros trabajos; en aquella época, se vivía una ebullición política y social en el país, lo que vio como una oportunidad excepcional para ejercitar su pasión fotográfica.
Con su cámara plasmó fragmentos de las marchas estudiantiles de la época, así como la histórica caminata de los mineros de Ixtahuacán, Huehuetenango, en 1977 quienes recorrieron a pie el país en demanda de mejoras laborales, también grabó para la historia el multitudinario sepelio de Oliverio Castañeda de León, secretario general de
El mes pasado, Calanchina recibió un homenaje promovido por F&G Editores, en reconocimiento a más de 30 años de documentar la historia de Guatemala.
Fin Cerigua
Mc-Ld.
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